Si ingresas en el sitio web de la agencia online de reserva de alojamiento Amoma.com, vas a ver un aviso de Cese de actividad en tres idiomas: inglés, español y francés. Es una situación que es muy triste, sobre todo para el viajero. La verdad es que no es nada agradable llegar a tu alojamiento, que habías pagado completamente por adelantado, y que te digan que no van a darte el servicio porque la agencia quebró. Muchos son los testimonios de víctimas de esta quiebra recogidos, los cuales ponen de manifiesto una realidad que no podrá dar soluciones inmediatas. Los afectados, muchos con reservas hechas uno o dos días antes de la quiebra se preguntan cómo recuperarán el dinero invertido.
Los miles de clientes afectados por la quiebra de Amoma solo tienen un número de teléfono de atención al cliente que actualmente está fuera de servicio y muchas dudas sobre las reservas que ya han pagado y están por utilizar. La quiebra de la OTA no ha dejado rastro ni responsables que den respuestas a las reclamaciones; solo un comunicado en el que les instan a ponerse en contacto con sus hoteles y entidades bancarias.
Otros temen que se repita la historia narrada por algunos afectados que al llegar al hotel donde pasarán sus vacaciones les avisaban que no podrían hospedarse por el no pago. “El hotel no habrá cobrado todavía por lo que es probable que a su llegada informen que con motivo de la quiebra, solo se puede alojar si pagan directamente en el hotel.
Amoma, la agencia online radicada en Ginebra y con una sede en Barcelona, que irrumpió en el mercado en 2013 con una política agresiva de precios bajos gracias a la cual consiguió grandes crecimientos, ha presentado suspensión de pagos. La quiebra de la compañía, que facturó 500 millones en 2017 y con varios centenares de empleados es un tema preocupante en el sector turístico. Amoma es además el primer cliente mundial de Hotelbeds, por lo que el bedbank está pendiente de cómo se desarrollan los acontecimientos y del impacto de la suspensión de pagos.
El posicionamiento de Amoma en buscadores con precios muy por debajo de los de la competencia sembró la desconfianza entre los hoteleros debido a las cláusulas de igualdad de tarifas. Una oferta agresiva de precios que le ocasionó que algunas cadenas hoteleras se negaran a aceptar clientes provenientes de esta OTA, ya que sus grandes promociones les ponían en un compromiso con el resto de intermediarios. Además, no respetar la paridad de precios supone una alteración del status quo y va en contra de las ventas directas del hotel si las tarifas en metabuscadores o en OTAs son más baratas que en la propia web del hotel.
Amoma facturaba unos 500 millones de euros anuales en 2017. El consejero delegado es Nicolas Artrhur, que fundó la OTA junto a Yann Arthur, que desempeña el cargo de director de tecnología. Su agresiva política comercial y explosivo crecimiento desató desde su estreno las suspicacias en el competitivo mercado de las agencias online.
Los competidores de Amoma han señalado como una de sus fortalezas las ventajas fiscales suizas, lo que les permite a su juicio poder ofrecer unos precios muy bajos. Además de Suiza, Amoma tiene oficinas en Barcelona y en Niza.
En su página web, Amoma presume de trabajar en los cinco continentes y de ofrecer 300.000 alojamientos a sus clientes, desde hostels a hoteles de cinco estrellas. La OTA resalta su experiencia, fiabilidad y de trabajar con las mejores cadenas hoteleras del mundo. Unas cualidades que le han llevado a que más de dos millones de clientes hayan confiado en la marca en el último año.
En definitiva, Amoma informa el cierre y deja a miles de clientes sin respuesta. Ahora, todas estas personas que han reservado a través de esta OTA tendrán que llamar al hotel reservado y preguntar si la habitación está disponible o dirigirse a su compañía de seguros para pelear por la devolución del dinero.
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