Muchos no contemplan la posibilidad de vivir sin viajar, sin descubrir otros lugares, ver cómo se vive en ellos y regresar con la maleta llena de vivencias. Sensaciones, sentimientos, recuerdos inolvidables que nos hagan esbozar una sonrisa cada vez que nos retrotraemos a ellos, en definitiva, intangibles.
La búsqueda de la autenticidad se erige en el mayor objetivo de toda actividad turística. Viajamos con la necesidad de ser uno más en el lugar que visitamos, de experimentar lo que día a día los pobladores de ese territorio viven, considerándonos a nosotros mismos como viajeros y no turistas.
En el presente artículo se exponen cinco experiencias turísticas que se enmarcan en la línea argumental de búsqueda de experiencias turísticas auténticas, y de mano de locales. Actividades originales, que generan un acercamiento y cohesión entre el turista y la población receptora del mismo, dando lugar a experiencias aumentadas.
Algunas actividades de este tipo pueden ser las siguientes:
¿Se imaginan poder salir a alta mar con un equipo profesional de pescadores, que nos expliquen en todo momento qué pescan, cómo y nos desvelen todos los trucos? Cultura, tradiciones y patrimonio se dan cita en esta actividad cuyo desarrollo en los últimos años es muy notable.
Siendo una actividad económica de la que cada vez es más complicado obtener importantes rendimientos económicos, ésta diversificación permite al pescador mejorar sus técnicas de trabajo, formarse a la hora de transmitir sus conocimientos y revalorizar la cultura y el paisaje en el que han desarrollado su vida.
Para el turista, es una oportunidad para vivir una experiencia única. Ver cómo los profesionales del sector les transmiten sus conocimientos y pasión, comprobar lo difícil que es la profesión y ver el mar desde una perspectiva diferente a la habitual, favorecen el éxito de esta actividad entre los turistas del siglo XXI. Además, podría complementarse con los restaurantes del puerto, que permitan cocinar para los turistas aquellos ejemplares que hayan capturado durante la actividad.
Escuchar conversaciones de los protagonistas enmarcadas en el contexto temporal elegido, nos permite vivir una experiencia turística inolvidable, que no sólo divierte y nos acerca a los pobladores locales enrolados en estos proyectos, sino que nos cuentan las historia y cultural del lugar de una manera amena e innovadora.
Ideal para hacer con los más pequeños de la casa, las rutas teatralizadas han adquirido una gran importancia en el mundo, y no son pocos los pueblos que buscan generar un valor añadido a sus recursos a través de la representación de episodios históricos concretos.
La incesante búsqueda de experiencias novedosas para dar respuesta a una palpable demanda, ha dado lugar a actividades realmente curiosas. Una de las que está teniendo un desarrollo más notable en los últimos tiempos, es el turismo detectivesco. Sí, como lo oyen.
Consiste en resolver un crimen ficticio, y cada uno de los integrantes de la actividad juega un rol determinado. Surgió en el Hotel Rural El Molino de Tresgrandas (Llanes, Asturias), con el objetivo de establecer un diferencial respecto a las otras muchas zonas rurales de España que ofrecen unos días de descanso y contacto con la naturaleza. Y lo consiguieron.
El agroturismo es una apuesta que contribuye al desarrollo social y económico de los territorios, pues invita a participar en las actividades del agro involucrando a los visitantes y voluntarios. Conozca más en esta nota.
El turismo es uno de los motores económicos más importantes del país y de más rápido crecimiento en las últimas décadas, no solo en Colombia sino en el mundo.
Existen diferentes tipos de turismo, como el patrimonial, cultural, histórico, de aventura, ecológico, geográfico y, como aprovechamiento de los productos para el agro, el agroturismo. Este último es uno de los métodos de desarrollo sostenible que se puede aprovechar en este sector y es esencial para salvar cultivos nativos, frutas, peces, ganado, vegetales y, en general, al mundo rural.
El enoturismo o turismo enológico es aquel tipo de turismo dedicado a potenciar y gestionar la riqueza vitivinícola de una determinada zona.
Esta directamente relacionado con otros tipos de turismo, como el turismo gastronómico, cultural y de la salud-belleza.
Los turistas conocen cada zona vitivinícola, las bodegas y el atractivo proceso de elaboración del vino a través de la degustación de sus vinos y la visita a bodegas y viñedos.
En estas visitas además de conocer en primera persona la arquitectura de las bodegas, y el entorno natural, los turistas aprenden de primera mano el proceso de elaboración del vino, desde la recogida de la uva hasta su embotellamiento.
Fuente de la noticia: https://diegoturimarketing.com/2016/01/01/las-5-experiencias-turisticas-con-mas-potencial/